Premio a la fe el que ha obtenido en la mañana de hoy el Honeyball.
El equipo de Marco Tamarit ha logrado sacar un punto de un encuentro que se convirtió en un auténtico ejercicio de resiliencia para las futbolistas azules, ya que desde muy pronto se vieron por debajo en el marcador.

Para el encuentro de hoy Tamarit apostó por un XI inicial muy distinto al que vimos frente al C.D Alanís la pasada jornada: Desirée, Mónica Navarro, Verónica Quirós, Guisado, Ana Mateo, Alicia Díaz, Beatriz, Andrea Osto, Elena, Sara Cobaleda y Lorena.
Comenzó, como va siendo ya tradición en el equipo del Sendai, algo frío el Honeyball que durante los primeros minutos de encuentro se vio desacertado a la hora de construir, con pérdidas muy peligrosas en tres cuartos de campo y con una gran incapacidad para generar peligro en el área rival. Aún así, tuvo mayormente la posesión de balón ya que su rival, el Azahar, tuvo muy claro desde el principio que su partido estaba en las contras y así lo llevó a rajatabla durante el encuentro.

En una falta lateral rebotada entre mil piernas acabó por gestarse el primer tanto local tras remate de Ana Isabel Yuste (1-0). El gol local dejó más a las claras las intenciones del equipo de José Manuel González, que comenzó entonces un nuevo partido donde defender se convirtió en su primera y única intención.

La segunda mitad nos dejó ver al Honeyball más aguerrido y luchador de toda la temporada. El equipo se entregó a la causa y logró desarrollar en el césped la idea que Tamarit lleva buscando desde su llegada: fluidez, decisión, y peligro.
En estas tres piedras angulares basó el Honeyball su fe para buscar un empate que pudo llegar por tierra, y aire, con jugadas a balón parado que se marcharon por centímetros y disparos lejanos que no lograron poner en aprietos a Ángela Romero.

Tuvo que esperar 85 minutos de encuentro el Honeyball para encontrar el premio del gol gracias a una falta cometida sobre la debutante Paula Cedeño, que acabó por llevar a la red con música y maestría una de las jugadoras que más está destacando esta temporada, Andrea Osto (1-1). Tuvo la victoria en sus botas el equipo de Tamarit en una última jugada, donde Paula se encontró un balón en el área que remató con acierto pero que desvío la defensa local cuando ya se cantaba el gol en el banquillo visitante.

Premio a la fe para un Honeyball que mostró su rostro más guerrero al no perder la fe cuando otros muchos lo habrían hecho. El equipo se lleva un valioso punto que debe hacerse bueno en su próximo encuentro frente al Híspalis el próximo fin de semana en Hytasa, uno de los rivales más duros de la categoría y que pondrá sin duda en serios aprietos al equipo azul.