Victoria a domicilio la que logró el pasado domingo el Club Deportivo Honeyball en su visita a Brenes.

El conjunto de Marco Tamarit se hizo con la victoria en un encuentro marcado por varios factores claves que acabaron decantando la balanza del lado de las jugadoras azules: El primero de ellos, la necesidad rival; El Brenes Balompié llegaba al encuentro sin conocer la victoria y sin haber logrado marcar en todo el campeonato un solo tanto. Esto sin duda condicionó a las jugadoras blanquinegras, que salieron al campo con una evidente necesidad de puntuar que acabó por empujarles a cometer errores de precipitación a lo largo de todo el encuentro. Y la segunda piedra angular la vimos en la confianza que el Honeyball había logrado cosechar tras su importantísima victoria frente al Híspalis durante el desarrollo de la jornada anterior. Vimos a un Honey crecido, con atrevimiento para desarrollar la idea de fútbol sofisticado que lleva intentando implantar Marco Tamarit desde su llegada, y sobre todo con sensación de poderío sobre el rival, incluso lejos del Sendai.

En lo que respecta puramente al desarrollo del juego, el partido tuvo color Honeyball durante prácticamente los 90′ que duró el encuentro y es que el equipo de Marco Tamarit salió a dominar desde el primer minuto de encuentro sin dejar generar prácticamente ningún peligro a las jugadoras locales.

La primera ocasión del partido estuvo en las botas de Cristina Garzón, que hizo suyo un balón que rondaba por las inmediaciones del área rival e intentó sorprender pero finalmente, entre la duda y el miedo, ni tan siquiera llegó a impactar con el balón antes de que las defensas rivales lograran hacer un homenaje a la mítica expresión futbolística patadón y tentetieso. Sin embargo, no salvaría dos veces los muebles el Brenes Balompié, y es que pocos minutos después, de nuevo Cristina Garzón, no perdonó ante una pésima salida de la guardameta local para hacer el primer tanto del encuentro (0-1), reflejando así la superioridad que las visitantes estaban teniendo en el césped.

El gol del Honeyball no trajo consigo ninguna variante reseñable y es que el equipo local no reaccionó, no molestó, y por ende, no generó ninguna sensación de peligro.

En la segunda mitad Marco Tamarit apostó por hacer algunos cambios para tratar de tener un mayor control del juego con la entrada de jugadoras como Gómez, Osto y Lorena. Y buscó sentenciar dándole minutos a Carmen Gálvez, que apunto estuvo de hacer su tercer gol de la temporada, pero su disparo se marchó algo cruzado cuando muchos ya cantaban el gol en el Municipal de Brenes.

El segundo tanto del encuentro lo firmaría precisamente una de las jugadoras que entró de refresco en la segunda mitad, Gómez, que aprovechó un buen balón de Gálvez para rematar a placer (0-2) y poner de esta manera la sentencia a un encuentro que no dio para más y que acabó tal como empezó, con un Honeyball entregado a la causa y un Brenes agazapado, tratando de caer con cierto decoro.

Las nubes grises del comienzo de temporada empiezan a marcharse y el sol parece querer acompañar durante este tramo de la Liga a un Honeyball que encadena su segunda victoria de la temporada y se coloca, al menos de manera provisional, como segundo clasificado de una Liga que ha llegado oficialmente a su ecuador y que empieza a tornarse como verdaderamente ilusionante.

Ficha técnica

(1) Brenes Balompié: Cristina Barrios, María López, Ana Velázquez, Elena, Rocío, Gema, Soraya, Laura García, Jessica Ballesteros, Laura Marchena, Angela Bonilla.

(1) CD Honeyball: Paloma, Mónica Navarro, Guisado, Angela Bosque, Alicia Díaz, Marta Corriente, Sofia Ortega, Ana Mateo, Cristina Garzón, Almudena, Sara Cobaleda.

Goles: Cristina Garzón (36′), María Gómez (60′)

Amonestaciones: Alicia Díaz (Amarilla, 49′), Irene Montañés (Amarilla, 79′)

Árbitro: Génesis Suárez, asistida por Deborah Aguilar y Alejandra Ortiz.

Estadio: Municipal de Brenes.